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Sirius Black murió, y, tras su muerte, el regreso del Señor Tenebroso dejó de ser un rumor para ser una realidad. Los propios ojos del ministro de magia le contemplaron tras la lucha que dio lugar en el ministerio. Albus Dumbledore y Lord Voldemort se batieron en un duelo en el que los golpes de varita fueron observados por los ojos de Harry Potter. Por suerte, ante la llegada de los Aurores, el Señor Tenebroso desapareció dejando claro que la guerra estaba por comenzar.

Después de aquello, el profesorado de la escuela Hogwarts de magia y hechicería, junto al ministerio, decidieron que, tras los difíciles tiempos que se avecinaban, era necesario que los alumnos aprendieran a defenderse a la perfección. Para ello se aumentaron dos cursos más: octavo y noveno. Por lo que los jóvenes magos terminarían Hogwarts con diecinueve años.

Algunos alumnos no se tomaron bien el aumento de cursos y mucho menos la reducción completa de las vacaciones de navidad. Otros, en cambio, lo vieron como una gran oportunidad para prepararse mejor. La cuestión es que, durante los tres años que pasaron desde el regreso del Señor Tenebroso, muchas cosas han sucedido en el interior de los gruesos muros de Hogwarts.

Draco Malfoy, influenciado por su familia, pasó a formar parte de las filas de Mortífagos de Voldemort y obligado a buscar la manera de que éstos pudieran burlar las redes de protección mágica que guardaban el castillo y entrar en su interior. El Slytherin encontró la forma de hacerles entrar, pero a última hora, se arrepintió y terminó por confesarle a Dumbledore lo que pretendía hacer. El director, discreto, prometió a Draco que no diría nada y que le protegería, pues en cuanto El Señor Tenebroso se enterase de la traición del joven mortífago, no dudaría en acabar con su vida.

Pero no solo las sombras del peligro rodean Hogwarts. Otro peligro que, según se mire, puede ser mayor, circula dentro del castillo sin dejarse a nadie libre de él. No se sabe si es por el aumento de la convivencia, por la supresión de las vacaciones de navidad y la reducción de las de verano, o por ser más mayores; pero las hormonas tienen a todos revolucionados. Besos y caricias se ven en cada esquina y gemidos invaden las frías noches. Los profesores han optado por no exigirles a los alumnos que se controlen del todo, pues piensan que sería demasiado pedirles que, conviviendo durante tanto tiempo, no intimaran entre ellos. Sin embargo no tolerarán faltas de respeto.

Volviendo a nuestros protagonistas, cabe destacar el nuevo profesorado que ha llegado a Hogwarts. Orión Black, el misterioso hijo de Regulus Black, ahora imparte la clase de Astronomía. Lo que nadie sabe es que éste es realmente hijo de los difuntos Sirius Black y Lily Evans; fruto de un secreto romance de los magos mientras cursaban Hogwarts. Por lo tanto, Orión es medio hermano de Harry, quién desconoce al completo éste hecho. La profesora de estudios muggles es Hailey Lupin, hija secreta de Remus Lupin y la difunta Marlene McKinnon. La chica parece ser muy querida por el mismísimo Dumbledore, y es que éste prácticamente la crió junto a su padre tras las muerte de Marlene. Y no son solo estas las nuevas incorporaciones y los repentinos hijos que han aparecido de antiguos alumnos de Hogwarts. Jenna Crouch, hija de Rita Skeeter y Barty Crouch, Jr, ahora ayuda a Madame Pomfrey en la enfermería, además de anotar los miles de cotilleos que suceden dentro del castillo, pues también trabaja para la revista "Corazón de Bruja".

Mientras todo esto sucede, Lord Voldemort y sus mortífagos no descansan en su búsqueda por encontrar la manera de entrar al castillo y acabar con Albus Dumbledore y todos los que le sigan.

¿Qué sucederá durante los largos cursos que quedan? ¿Podrán las hormonas adolescentes superar cualquier barrera? El peligro, la pasión, el sexo y el libertinaje están servidos.